Máster Plan de Garellano

Bilbao. España | 2009

Bilbao Ría 2000

Dentro del marco físico del Ensanche de Bilbao, la ordenación del ámbito de Garellano significa actuar en uno de sus límites más importantes, el oeste. En consecuencia la propuesta aprovecha la fuerte condición geométrica de la manzana decimonónica extendiéndola al ámbito en cuestión. Las trazas de las calles se prolongan con naturalidad para acabar adaptando la trama urbana a manzanas de un tamaño más apropiado a las nuevas solicitaciones y escalas concurrentes. Así, el lado de la retícula ya existente (100 m.) se reduce a cuarenta metros.

Una vez definido este orden se unifica la superficie de actuación generando una gran parcela en la que el tráfico pasa a un segundo término. El resultado es una extensión ajardinada de 140 m. de ancho y 180 m. de longitud entre cuyos límites se disponen las nuevas manzanas y un entramado de pasos peatonales y vías de tráfico controlado. Considerando la escasa densidad de zonas verdes en el interior del ensanche bilbaíno, se aprovecha la oportunidad para ofrecer a la ciudad un jardín único en su género, de máxima extensión, ocupado por pequeñas dotaciones así como por un bosque de árboles autóctonos. A la postre, un Parque Central, un lugar de encuentros y una porción de naturaleza útil no sólo para residentes, sino para todo ciudadano.

La unidad de manzana se circunscribe a un cuadrado cuya dimensión permite subdividirla en tres franjas o crujías de trece metros de anchura, medida apta para albergar unidades residenciales de doble o única orientación. El resultado son manzanas de tres cuerpos, uno de planta cuadrada, inferior, a modo de zócalo comercial; y dos superiores de altura variable (tres, doce o veinticinco plantas). Esta unidad permite su uso como principio compositivo al ser repetible y disponible según las condiciones de soleamiento, la satisfacción del programa residencial y la configuración visual de la ciudad. En las esquinas de la parcela se levantan cuatro torres de veinticinco plantas, mientras que hacia el interior del parque se disponen los edificios de menor altura o bien las fachadas cortas de los más altos. Con la primera decisión se logra acotar perceptivamente el espacio de actuación y se ofrece un hito urbano visible desde la distancia. Y con la segunda se resuelve una difícil ecuación compuesta por las variables de gran densidad, zonas públicas con soleamiento y espacio público de escala humana.